martes, 29 de abril de 2008

Breve Historia De La Sal

Breve historia de las salinas
La sal ha sido un elemento de vital importancia para la humanidad desde los tiempos más remotos. Hasta tal punto ha sido así, que en algunos momentos fue utilizada como moneda de cambio, de donde proviene el término salario. La sal no ha sido solamente un condimento alimenticio, sino que ha tenido, sobre todo, un uso como conservante de carnes y pescados, algo imprescindible hasta la aparición de la industria del frío.
El desarrollo de las salinas en Gran Canaria, está muy relacionado con el de la pesca en el norte de África. Los barcos cargaban sus bodegas de sal en las salinas del litoral del sureste de la isla antes de partir a la costa africana durante los siglos XVII y XVIII, alcanzando su máximo desarrollo durante el siglo XIX.
Las primeras salinas en Gran Canaria se construyen, tras la conquista, cerca de la ciudad de Las Palmas a fines del siglo XVI. No obstante, ya los aborígenes canarios aprovechaban la sal, que recogían de los charcos formados en la pleamar, a modo de cocederos naturales.
El gran aumento de sal que se produce en el siglo XVII, hace que la corona autorice la construcción de unas salinas en el Castillo del Romeral.
La demanda de sal continuó durante el siglo XVIII, por lo que se construyen salinas a lo largo del litoral sureste.
Las salinas sobre barro.
En Gran Canaria existen dos tipos de salinas:
Las salinas sobre roca. Son, realmente, charcos artificiales, llamadas maretas, realizados con piedras y barro sobre charcos naturales. Dedicaban su producción al consumo local de las poblaciones del norte de la isla principalmente.
Las salinas sobre barro. Se localizan principalmente en el litoral sureste de Gran Canaria. Su desarrollo, como ya hemos visto, está directamente vinculado con la expansión de la actividad pesquera, por la necesidad de conservar el pescado. “…el carácter intensivo de la salina canaria (es) debido a la parcelación en tajos de su superficie productiva. Estas salinas son el resultado de la intervención directa del hombre sobre el medio, pasando a formar parte del patrimonio construido, (…) a través de formas de aprovechamiento de las potencialidades naturales del territorio.”[1]
[1] González Navarro, J. (1996)Las salinas tradicionales de Gran Canaria: un modo de aprovechamiento extractivo del litoral.