martes, 29 de abril de 2008

Las visitas

Las visitas.
Las salinas deben ser promocionadas en diversos entornos. Por un lado, se deberían convertir en un aliciente a los que nos visitan desde fuera.
Las salinas como una seña de nuestra identidad deben ser ofertadas al turismo como un elemento de nuestra cultura y, por tanto, digno de ser conocido.
Casi todo el mundo está de acuerdo en que las personas que visitan nuestras islas, reclaman, cada vez más, algo que no sea solamente sol y playa. Por otro lado, la necesidad de que conozcamos nuestro pasado y conservemos nuestro patrimonio, debe empezar desde la escuela.
Por eso, en la filosofía del proyecto de restauración de las salinas, que hemos mencionado antes, “se pretende garantizar la preservación de los valores históricos, etnográficos, paisajísticos y medioambientales ligados a la explotación salinera”.
Para ello, proponemos ofertar las salinas como un lugar de visita en que los futuros visitantes podrán recrearse con la visión de estas salinas históricas y comprender todo el ciclo de obtención de la sal. Además, junto a los valores estrictamente relacionados con la sal, este enclave cuenta, como hemos dicho anteriormente, con valores en la flora y en la fauna, siendo frecuente la presencia en los tajos y en los cocederos de las salinas de una gran variedad de aves, que los visitantes también podrán disfrutar paseando por los diversos recorridos que se establecerán dentro de las salinas.
La conocida como casa del obispo, se propone como centro de interpretación donde se mostrarán al visitante los valores patrimoniales y medioambientales que reúne el sitio. Además, servirá como punto de partida para el recorrido a pie por la salina.

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